"EL CIRCO DE LO ABSURDO"

Intentos de literatura coloquial, expresión personal del factor amor, entre otros textos...

sábado, 8 de enero de 2011

Mi amigo secreto...


Había una vez un pequeño niño llamado Jake que, como cualquier otro niño, vivía con su papá y mamá. Jake era hijo único, por lo cual, la mayoría del tiempo jugaba solo. Habían comenzado las vacaciones, y el único amigo que tenía en la escuela se había ido de campamento. Por esa misma razón Jake se encontraba muy triste, pero también, muy aburrido.


Una noche como cualquiera, después de que su mamá le dio las buenas noches y cerró la puerta de su recámara apagando la luz, Jake cerró los ojos, intentando conciliar el sueño, pero al cabo de un buen rato de no poder dormir, decidió levantarse de la cama y jugar un momento hasta que le diera sueño.

Sacó una gran caja de juguetes de debajo de su cama, y comenzó a jugar con ellos. Después de unos minutos de haber comenzado a jugar, deseó poder tener un amigo, con el cual poder jugar y estar la mayoría del tiempo, cuando de repente, oyó un extraño ruido que provenía desde debajo de su cama. Intrigado y lo bastante asustado como para salir corriendo, se armó de valor y con todas sus ganas se acercó a la cama y levantando la cobija, miró hacia abajo.

La oscuridad que había debajo de su cama no había disminuido nada, aún después de haber prendido la luz de su recámara. Se levantó rápidamente y tomó de su buró una lámpara, se inclinó de nuevo, y fijó completamente la mirada bajo la cama. Al cabo de unos minutos de no poder distinguir nada, se dio por vencido y se enderezó casi completamente. Pero en ese preciso momento escuchó un leve susurro proveniente de ese espacio en la oscuridad. Intrigado, miró nuevamente y, de repente, unos brillantes ojos relumbraron en las sombras.

Se levantó de un brinco y subió rápidamente a la cama, esperó unos escasos minutos, y nada salía de debajo. Desesperado, decidió volver a asomarse, y al inclinarse otra vez, un extraño ser salió a la luz.

Aquel personaje era muy grande, algo peludo y con unos enormes ojos brillosos. A pesar de su extraña apariencia, Jake se sorprendió de no haberse asustado en el preciso momento en que lo había visto y de prisa se puso de pie y le preguntó:

-Pero, ¿quién eres tú? –la intriga se reflejó inmediatamente en su rostro, fijando totalmente la mirada en aquel ser.

-¿Yo? Ah!, hola, me llamo Charlie. Me da mucho gusto conocerte por fin.

-No entiendo, bueno te llamas Charlie, pero, ¿de dónde vienes? O mejor dicho ¿Qué estás haciendo en mi habitación? –Jake estaba muy confundido, pero, notó que en el momento en que le hizo esa pregunta a Charlie, su apariencia había cambiado profundamente. En realidad su expresión fue más bien de enojo. De repente Charlie reclamó:

-¿Tu habitación? De hecho, yo vivo aquí, exactamente bajo la cama, así que podemos decir que es “nuestra habitación”.

-Bueno eso no importa, si no el por qué estás aquí.

-Pues tú fuiste el que pidió un amigo para poder jugar, y estar todo el tiempo con él, ¿o no?

Jake sintió en su interior un gran alivio y de inmediato corrió hacia la caja de juguetes, trayendo con él sus preferidos. Regresó a la cama y le dio uno a Charlie. El tiempo se le había pasado volando, por jugar con su nuevo amigo. Al cabo de unas horas, sintió un gran cansancio y bostezó varias veces.

De inmediato Charlie se dio cuenta, tomó de la mano de Jake el juguete y dijo:

-Será mejor que ya te duermas, parece que por fin tienes sueño –agregó Charlie, mirando la carita de sueño que estaba frente a él.

-Pero, no quiero que te vayas. Y si despierto y ya no estás, ¿con quién voy a jugar después?

-No te preocupes, yo estaré aquí cuando tú quieras. –después de escuchar su respuesta, se recostó en la cama, e inmediatamente, se quedó dormido.

Las vacaciones continuaban y la amistad entre Jake y Charlie, cada vez se hacía más grande. Jake le contaba las anécdotas que había vivido con su amigo de la escuela, e incluso lo que había hecho en el día, cuando llegaba a salir de su casa.

Los días pasaron muy rápido para Jake y de un momento a otro las vacaciones se terminaron. El día en el que regresó a la escuela, volvió a jugar con su amigo como de costumbre. Pero al regresar a su casa, sus padres lo esperaban impacientes, sentados en la sala. Al ver sus rostros, se preocupó, pero al comenzar su mamá a explicarle que próximamente tendría un hermanito, sintió una enorme felicidad dentro de él. Abrazó rápidamente a sus padres y corrió hacia su cuarto. Cuando entró, comenzó a llamar a su amigo Charlie, y éste apareció rápidamente. Le contó las buenas noticias y los grandes beneficios que esto le traería, Charlie se emociono mucho también y le prometió que podría ser también el amigo de su nuevo hermanito.

Al nacer su hermanito, Jake pasaba más tiempo con Charlie ya que sus padres estaban muy ocupados.

Los años pasaron, y cuando Edward, el nuevo hermanito de Jake, tuvo la edad suficiente para poder jugar con su hermano mayor, Charlie se aparecía con menor frecuencia, pero Jake estaba tan entretenido, que no se había dado cuenta de eso. Hasta que una noche antes de dormir, Jake, intrigado por su ausencia, llamó a Charlie, quien apareció de pronto frente a él. Cuando lo vio, le preguntó inmediatamente:

-Charlie, ¿por qué no te habías aparecido? –éste bajó la mirada y le contestó:

-Yo ya cumplí mi misión aquí, tú ya nunca volverás a estar solo, ahora tienes al mejor de los amigos, “tu hermano”.

-Pero ¿qué pasará contigo?, yo ahora estoy muy contento con mi hermanito Charlie interpretó su mirada y dijo:

-Me da mucho gusto que seas feliz. Pero por mí no te preocupes, hay muchos niños que en algún momento se sienten solos y tal vez necesiten a un amigo como yo. Además, será muy emocionante conocer todas las habitaciones de mis nuevos amigos.

Jake solo pudo dedicarle una enorme sonrisa, cuando de repente Charlie le guiñó un ojo, para después desaparecer.

Edward y Jake se hicieron los mejores amigos, pero aunque ya había pasado mucho tiempo después de haber conocido a Charlie, Jake, siempre lo recordó como uno de sus mejores amigos.

Déjame sumergirme en tu mirada...

Amar a otros es un acto de valentía

Amamos a pesar de saber que irremediablemente

Perderemos aquello que amamos

A pesar de saber que todo

Puede terminar

Sin una garantía de recibir algo a cambio.

Gracias por enseñarme que la vida existe

Por el lado bueno de cosas a veces tristes

Desde que llegaste me iluminaste con tu amistad

Con esa facultad que tienes de felicidad.

Sométeme a tu odio mas intenso

porque siento que te quiero

Y lo hago más cada que lo pienso.

Déjame soñar como si nada pasara

Déjame perderme en el calor de tu mirada

Déjame pensar que soy lo mejor para ti.

Estos ojos solos sirven cuando te miran reír

Déjame tocar tu mano por un segundo

Quiero sumergirme en tu sueño mas profundo

Quiero convertirme en lo mejor en tu vida.

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